¿LO QUE VENDRÁ?

 

Las abundantes precipitaciones de la última semana en nuestra región, dejaron al descubierto (una vez más) la importancia de no reemplazar tierra por cemento a tontas y a locas con el único  pretexto de que el progreso  se viene y que es imparable.

Una rápida recorrida por lo que algunos denominan área metropolitana de Rosario, permitió ver  loteos (desarrollos inmobiliarios) inundados. En algunos de ellos fueron los municipios los que tuvieron que implementar planes de emergencia para evitar daños mayores.  Un ejemplo es el barrio Tierra de Sueños 3 donde el municipio de  Roldán tuvo que construir aliviadores y ayudar con bombas para  que drene el agua que desbordó del lago .

Claramente quedó expuesto que la especulación inmobiliaria va más rápido que una correcta planificación de las obras de infraestructura que necesitan las nuevas urbanizaciones.

Lo que sucedió el fin de semana  es una muestra clara y sencilla que antes de regalar tierra y firmar normativas para habilitar la llegada de capitales especulativos, el estado municipal tiene que tener en claro que hay cosas que no se pueden hacer y punto. Hay temas donde no mandan ni las ordenanzas, ni los códigos urbanísticos. Manda la naturaleza.

Y si habilitan graciosamente algunos emprendimientos sin exigir al desarrollador que antes de comercializar realice las obras de infraestructura necesarias  como condición para dejarlo urbanizar, los funcionarios deberán ser llevados a la Justicia.

Una de las exigencias primordiales es que el desarrollo tenga la factibilidad hídrica aprobada, especialmente en zonas críticas ( en la zona del canal Ibarlucea, por ejemplo). Hay decretos provinciales que expresamente  prohíben su habilitación hasta que haya estudios de impacto hídrico que lo avalen.

Y hablando sobre desarrollos inmobiliarios: el pasado  martes en un encuentro  organizado por  la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV),  el consultor Salvador Di Stéfano pronosticó que “el mercado de la construcción va a tener precios en suba en los próximos meses”. Volvió a ratificar lo que te adelantamos semanas atrás en este espacio. Según Di Stéfano el m2 en Rosario entre bulevares hoy está a u$s1.400 y con vista al río está en los u$s2.800. “Para fin de año, entre bulevares va  a estar a u$s2.000 y con vista al río, a u$4.000”.

“Y si bien en Rosario hay una oferta importante, los desarrolladores más temprano que tarde van a terminar subiendo los precios porque los costos son inflexibles a la baja y eso se conjuga con que hay ahorristas con muchas necesidades de inversión. Y eso sin contar de que si hay un blanqueo,  la construcción recibirá de allí mucho fondeo”, afirmó el analista.

Si Maglia avanza con su proyecto de normas urbanísticas todo lo descripto anteriormente será el futuro de Baigorria.

Pero además de Maglia es preocupante que ninguno de los concejales (especialmente los que se dicen opositores) esté informando y alertando a los ciudadanos de Granadero Baigorria de esta cosa.

No deben esperar a que Maglia logre su objetivo para mostrarse como distintos. Deben hacerlo antes y para eso deben comunicar e informar a los vecinos.  Comunicar e informar como lo hacen cuando están en campaña y no escatiman esfuerzos económicos. Para conseguir votos no miden esfuerzo, pero para informar y transparentar información sobre normativas que lejos de favorecer va a perjudicar a gran parte de los habitantes de Baigorria, se retraen, se esconden, se ocultan.

Si no lo hacen permítanme que sospeche que por algo será.  ¿Para poder seguir victimizándose ante sus votantes? ¿Para negociar algo con el Ejecutivo?  No lo sé. Lo único que sé es que no están haciendo lo suficiente para torcer el rumbo del capricho de Maglia. Ni la inundación de los barrios ni la caída de una parte de la barranca parece preocuparles.

Hasta ahora son como el Ford Kugga: parecen distintos pero son iguales al viejo.

Al viejo Ford Falcón.