NO MUERDEN

 




DE LA CONSPIRACIÓN A LA MILITANCIA DEL AJUSTE

Durante el primer juicio por corrupción en contra de Cristina Fernández de Kirchner, los alegatos de los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola fueron parte de un proceso en que finalmente los jueces deberán decidir si la vicepresidenta  es culpable o inocente.

Nada más.

Nada menos.

Desde el Presidente hasta el más recóndito jefe comunal peronista, saben que se trata de eso.

Los jueces y fiscales intervinientes fueron nombrados según las normas constitucionales, y la vicepresidenta es juzgada con todas las garantías que le corresponden y no se diferencia al común de los acusados que enfrentan un juicio. Faltan aún los alegatos de los abogados defensores en donde podrán argumentar y aportar pruebas para demostrar la inocencia de CFK de todos los actos que se le imputan.

Todavía no hubo sentencia.

Sería bueno que el gobierno de la vicepresidente se ocupe de la inflación creciente y la pobreza en ascenso. De los recortes en educación y en salud.

Y que también se ocupe de Nicolás Caputo. Pero no por su propia  teoría conspirativa del lawfare.

Mientras ella hablaba por redes sociales rodeadas de un montón de papeles e involucrando en temas pocos transparentes a su compañero de vida y militancia, padre de sus hijos , el fallecido Nestor Kirchner, el hermano de la vida de Mauricio Macri, Nicolás Caputo  celebraba la resolución 625 del Ministerio de Economía. Esa resolución reglamentó la inclusión del sector petrolero en el régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego y, por lo tanto, les permitirá a Total, Wintershall y Pan American Energy, invertir 700 millones de dólares en el área Fénix sin pagar IVA, Ganancias y aranceles de importación. Caputo necesita del gas que se extraiga de ese yacimiento porque acaba de asociarse con SPEC Group, una compañía con base en Houston y presencia en Emiratos Árabes, Pakistán, Qatar y Yemen, para construir una petroquímica y un puerto en Río Grande por 2000 millones de dólares.

El paquistaní Zafar Ikram Sheikh, máximo ejecutivo de SPEC tenía pensado en un principio hacer el emprendimiento solo, pero aceptó finalmente la propuesta de incorporar un socio local. Ese socio es Mirgor, la empresa local presidida por Caputo.

El proyecto es ambicioso y prevé la edificación de una planta de urea y amoníaco que le permitirá a la Argentina autoabastecerse en fertilizantes y que tienta a muchos operadores del sector, que se preguntan, por ejemplo, si en los trabajos podrán participar los mismos empresarios que están reacondicionando el otro puerto, el de Ushuaia, casi todos de buena relación con Massa: Panedile, de la familia Dragonetti, y las constructoras Concret Nor y Nakon Sur. Ambos proyectos requirieron la autorización de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables y Marina Mercante, dependencia del Ministerio de Transporte que conduce otro massista, Alexis Guerrera.

En la democracia la aplicación de la ley no se decide en la calle. La violencia nunca es la salida y no se puede poner en jaque al conjunto de la sociedad por la responsabilidad o inocencia de los dirigentes  que son juzgados por hechos de corrupción.


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