NO MUERDEN

SU PREGUNTA NOS MOLESTA: Columna semanal Nuestra ciudad parece un país lejano, del que solo tenemos noticias a través de lo que pueden comunicar los corresponsales habilitados por el gobierno de Maglia . El peor intendente del que se tenga memoria, nos informa lo que quiere y a veces lo hace por medio de bufones que describen la realidad de una bucólica aldea suiza no la de una ciudad en la que en pleno siglo XXI, en algunos barrios cuando llueve intensamente las cloacas se desbordan porque las obras están mal echas y nadie se hace responsable,por ejemplo.. Maglia y los concejales, a través de sus bufones, nos ofrecen una caricatura de la ciudad que está muy lejos de nuestra mirada y experiencia propia. A medida que pasan los días se van cayendo de a una sus excusas y los torpes relatos que usan como coartadas para justificar una antigua manera de gobernar. Sin embargo, mientras tanto, mantienen a nuestra ciudad como una aldea del medioevo dónde no rinden cuenta de su gestión ni proporcionan acceso a la información pública. La información pública es todo tipo de información, en cualquier formato (texto, imagen, etc.) en poder del Estado o generado, obtenido o financiado con fondos públicos. Todas las personas físicas o jurídicas pueden solicitar información pública sin necesidad de explicar el motivo de su pedido. El pasado viernes este cronista presentó 3 notas en la mesa de entradas del municipio solicitando información sobre temas particulares. Antes de que las mismas fueran recepcionadas tuve que abonar un sellado de $465 por nota. La ley 27.275 de acceso a la información pública establece en su artículo 6° que el acceso a la información pública es gratuito en tanto no se requiera su reproducción. Los costos de reproducción corren a cargo del solicitante. En Baigorria parece que los costos de reproducción son siempre los mismos. Da lo mismo si el solicitante requiere la copia de una hoja o de un tomo. Parece también una burda maniobra para que pocos soliciten información. Así es la ciudad de Maglia y sus socios políticos Rosales, Playa, Ferrero Datri, Catania. Uno de sus rasgos más sobresalientes es no permitir el acceso a la información pública. Por eso no hay web del concejo ni boletín oficial. Vale la pena preguntarse ¿por qué le permiten a Maglia que la ciudad sea un cuasi feudo? Circula cada vez con más fuerza el rumor de que Maglia más temprano que tarde presentará un pedido de licencia y se retirará de la intendencia de nuestra ciudad. Quizá después de él, Baigorria deje de ser una ciudad del medioevo. ¿Quién garantiza que eso sucederá? Nadie. Los seis o siete delfines de Maglia parecen estar cómodos con este presente perpetuo y nada indica que podrían ser un contrapeso con honestidad intelectual para actuar diferente en caso de que otro intendente continúe las prácticas del actual.

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