NO MUERDEN

¿IMPUNIDAD O MIEDO? Uno sospecha que el poder abusa; uno sabe que el poder ocultar sus abusos. Porque si el poder exhibe sus abusos o hace gala de ellos se trata de un poder absoluto. Es decir, es un poder que se cree con derecho a todo. Un poder con impunidad. Los funcionarios políticos (electos o puestos a dedo), conocen las reglas. Saben que pueden decir ciertas cosas, que deben decir algunas, callar otras; esconder bastantes. Como a veces los alcahuetes de turno les sonríen y los adulan como si de verdad los respetaran, a veces los funcionarios piensan que pueden hacer lo que se les ocurre. El intendente Adrián Maglia, que se adelantó en la fila de la vacunación, ha hecho de la falta de acceso a la información pública una característica de su gobierno. Continuando la tradición de otros intendentes que al menos se vacunaron respetando las normas. La pseudo oposición afirma que es intolerable lo que hace el intendente, pero después le vota todo lo que Maglia quiere y repite el cuentito del pastor mentiroso Insisto: no es la primera vez que un intendente hace algo así: en realidad, casi todos los intendentes hicieron estas cosas , por lo que podemos decir que en Baigorria estamos habituados. Nos quejamos, por supuesto. Es bueno poder quejarse, pero ¿la idea es quejarse pero no cambiar esta triste realidad? Compartimos, parafraseando a un bufón oficialista, la impunidad del rebaño. Y tenemos un montón de excusas que justifican porque no hacemos nada o, a veces actuamos, como los funcionarios que hacen lo que se les ocurre. Así, nos sumergimos más en la impunidad de rebaño, en esa que permite que un intendente se vacune cuando quiera y un presidente se saque fotos, rodeado de muchos amigos en la fiesta de cumpleaños de su mujer en la residencia presidencial de Olivos en plena pandemia. El 21 de enero enero solicité información pública al Municipio. Me hicieron abonar $465 por cada una de las notas presentadas que era tres. Hasta el momento no han respondido. ¿Es impunidad o es miedo?

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