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El miércoles la municipalidad organizó una nueva jornada de esterilización esta vez en el barrio Martín Fierro. Todo transcurrió normal pero el día jueves en la esquina de Facundo Quiroga y Estanislao López, bolsas abiertas exhibían su contenido macabro y asqueroso: vísceras de animales, jeringas usadas, guantes ensangrentados y cajas vacías de medicamentos. Un repulsivo espectáculo que los vecinos, atónitos, no tardaron en registrar.
No es necesario ser un experto en saludo animal para comprender lo que muestran las imágenes de un video publicado por Nuestras Noticias en sus redes sociales. Son las imágenes del descuido y la irresponsabilidad. Alguien, en algún momento, decidió que esos residuos patológicos podían ser arrojados en un cesto de basura convencional, el mismo que diariamente exploran aquellos que buscan en el cirujeo una forma de sobrevivir.
Cada jeringa desechada sin cuidado, cada guante ensangrentado, son testimonios de un sistema que falló. Una comunidad que no fue protegida.
Las autoridades deben revisar sus protocolos, fortalecer sus medidas. Lo sucedido en Martín Fierro es otro llamado de atención, un recordatorio de la liviandad con la que se tratan ciertos temas en nuestra ciudad bajo la administración Maglia. No se trata solo de bolsas abiertas y vísceras expuestas. Se trata de cómo cuidamos, o descuidamos, nuestro entorno y a nosotros mismos.
¿ Se conocerá al o los responsables?
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